lunes, 31 de octubre de 2011
Convicción 4
Cada vez que elijo, ¿me estoy eligiendo?
¿Es amoroso, si me dejo de lado? Es una trampa con salida
sólo a la culpa, no es una respuesta razonable dejarme de lado,
ausentarme de mí mismo. NADIE puede, ni debe agradecer que
alguien se sacrifique en su contra a favor nuestro. Tiene un costo
enorme y no es para nada amoroso, es egoísta. Es justamente
desinteresado. Ninguno tiene interés en lo que está haciendo,
es una suma de ausencias, y de faltas de respeto, por lo tanto
no tiene nada de amable y mucho menos de humilde. Mi espacio
es SAGRADO, y lo ocupo entera y responsablemente.
Mi espíritu colma mi intuición, pone en funcionamiento mi
pensamiento, le da lugar a mis sentimientos, y elijo en libertad
lo que hago. Me colmo de recompensas, de alegrías, de paz y de
gracia. Es lo que me hace diferente, porque elijo profundamente
encarnada en amor propio, en libertad, sabiendo que como
nada es gratis, todo vuelve en más de lo que deseo.
La convicción tiene que ver con la profunda reconciliación,
vuelvo a conciliarme conmigo mismo, eligiendo lo mejor de mí,
en contacto con mi deseo.
La convicción tiene que ver con la transmutación, la combinación
de virtudes que me lleven a hacer lo que sé que es bueno
para mí.
Recuerdo: “bueno” y “útil” significan lo mismo en el diccionario.
La convicción es vencer con valentía el miedo de ser quien
soy para dejarme SER.
Recuerde estas ideas cuando esté confuso o necesite apoyo
para dar un paso. Para evaluar su forma de pensamiento, lea las
siguientes premisas. Si con alguna no está de acuerdo, puede
escribir sus sentimientos sobre ellas o contar sus experiencias.
• Creo que mis actitudes y creencias dan forma a mi percepción
del mundo.
• Estoy seguro que quiero vivir cumpliendo mi propósito.
• Puedo admitir honestamente qué funciona en mi vida y qué no.
• Creo que mi intuición me guía al cumplimiento de mi propósito.
• Me comprometo a dar pequeños pasos hacia las cosas que
me emocionan y tienen significado para mi.
• Puedo abandonar la lucha por el poder y el deseo de controlar
a los demás.
• Recuerdo que no debo complicar las cosas.
• Creo que todos tenemos al menos un talento natural que es
necesario para el flujo universal.
• Creo que mi mundo puede cambiar si cambio mis actitudes
y creencias, y que todo es posible.
• Atraigo personas y eventos en el momento oportuno.
• Siempre tengo elección.
• Cumplo mis promesas, sin importar lo que haga el resto.
Con esta acción atraigo todo lo que me merezco
• Merezco mi paraíso ahora y eternamente.
Si sinceramente puede decir que sí a cada premisa, su propósito
ya ha emergido o está apunto de serle revelado. Si alguna
respuesta es negativa, repase estas ideas mentalmente y hágase
el propósito de aclarar estas revelaciones mediante la experiencia
directa. Cuando tenga dudas o se sienta estresado, por
favor revea esta lista para aclarar su mente y sus sentimientos.*
La convicción es la búsqueda de respuestas que sólo nosotros
nos podemos dar, y requiere de trabajo. Somos el presidente
de nuestro consorcio de voces internas, y alguien tiene que
escuchar, dar respuestas a cada una de nuestras voces internas
y tomar decisiones. En este proceso, intervienen al menos el niño
o la niña, el padre o la madre y el adulto que somos. El niño
quiere sentir, el padre quiere imponer reglas y el adulto es el
que no siente, escucha, responde y toma direcciones.
Sí, es difícil dirigir una empresa o una familia, pero la gente
que lo logra obtiene resultados positivos, sencillamente porque
primero está de acuerdo consigo misma, consciente de sus partes,
al menos de las más importantes, y toma una dirección. Si
no se deja apabullar por las voces internas, las oye y les da una
respuesta amorosa, afirmativa y positiva hacia sí mismo, obtiene
en principio un gozo adicional, silencio interno y espacio
creativo. Y la sensación de miedo o vacío, deja de existir, transformando
ansiedad en expectativa, ¿qué puedo crear ahora?
La convicción es la habilidad de encontrarme frente a frente
con todas mis partes y darles una respuesta amorosa, afirmativa
y positiva para que tomemos una dirección hacia el cumplimiento
de nuestros deseos.
Ud. es un sistema que se organiza a sí mismo en un campo visible
de energía, organizado por su propósito y una corriente
continua de información.*
La información es el nutriente de un sistema auto-organizado.
Conocerse a Ud. mismo revela su propósito. Vivir con un propósito
significa que Ud. es una abertura a través de la cual fluye
Dios.
El propósito habla de desarrollar relaciones.
El propósito habla de centrar la atención y la intención en el
momento presente.
Avanzar con nuevas ideas.
Crear.
Dar y recibir apoyo.
Ser voluntario.
Aconsejar.
Escuchar a la imaginación y la intuición.
Comunicar.
Emprender acciones basadas en la dirección interna y escuchar
los mensajes de la externa.
Ser flexible.
Asumir responsabilidades y terminar para siempre con el papel
de víctima y de victimario. Vivir en vez de sobrevivir. Hay muchas
más posibilidades para elegir en vivir que en matar o morir.
Es aceptar la voluntad divina y trabajar con lo que aprendemos
sin juicio, evolucionar fluidamente, colaborar con el amor,
la tolerancia, la compasión y sobre todo, nuestra capacidad de
amarnos, a nosotros mismos y a los demás.
Renunciar a lo inaceptable en nuestra vida, porque el amor
no se mendiga, se siente.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Convicción 3
El amor tiene tres estados, amar, sentirse amado y dejarse
amar. El amor es el estado sólido, se siente dentro como una
fuente. Sentirse amado es el estado líquido del amor y dejarse
amar es el gaseoso. Sólo una persona se ama cuando están presentes
los tres estados del amor. Cuando uno se vuelve la fuente,
las personas pueden acercarse y saciar su sed en nosotros,
y nosotros en ellos. Nuestra capacidad amatoria se vuelve infinita
porque la fuente fluye eternamente, en un juego de sÍ, gracias
y no, gracias. Lo que hace que los estados del amor cambien
son el frío y el calor. Y en esto entran en juego el aire y el
fuego. La comunicación y la pasión. Los cinco elementos son representaciones
de nuestro propio amor, nos acercan y nos distancian
a favor de nuestro propio amor.
Sí, aquí vinimos a amarnos. Y para amarnos cada vez más el
intercambio con los que nos rodea es necesario. A veces sólo intercambiamos
con la Naturaleza, a veces con amigos, parientes,
familia, pero todo es un intercambio para nuestro propio amor,
y esto es la evolución. En esto, los demás son partícipes necesarios
de nuestro proceso, nada más, ni nada menos. Y nuestro
grado de compromiso es con nosotros mismos, que el amor
brindado y el recibido es lo mismo.
Las respuestas amorosas, afirmativas y positivas hacia nuestro
amor, son parte de la definición de responsabilidad. Y la responsabilidad
tiene que ver con la capacidad de elegirme para
poder elegir a quienes me rodean y lo que me rodea.
En el medio, las esferas representan las virtudes nuevas que
incorporamos en el proceso de aprendizaje que nos conducen a
la virtud principal, que es la libertad de elegir o el libre albedrío.
Esto me da permiso para intuir bien de mí, pensar bien de mí,
sentirme bien conmigo y hacer lo que es bueno para mí. Y lo que
es bueno para mí, es bueno para todos. Porque la libertad, el
amor y la inocencia son sinónimos.
En vez de culpa, remordimiento, resentimiento, rencor y
abandono, hay arrepentimiento, reconciliación, perdón y corrección
(me elijo para poder elegir).
La convicción tiene que ver también con la capacidad de
prueba, de experimentar. Cuanto más me paro en el campo de
las probabilidades, más posibilidades tengo para elegir.
La incertidumbre no es otra cosa que el campo de las probabilidades,
de las posibilidades. Es donde estoy seguro que puedo
ampliar la cantidad de elecciones que puedo hacer. Tengo todos
los colores del arco iris.
La incertidumbre, el cambio y la evolución son sinónimos. Es
la manera en la que el Universo entero respira. Nada podría crecer
sin cambio. Esto es lo único que es seguro, todo cambia, nada
permanece constante. Y esto es buenísimo, porque nos convierte
en seres eternos.
Habran oído a mujeres u hombres que dicen “de lo único que
estoy seguro es que NO quiero un hombre o mujer que tenga estas
características.” Pero no están seguros de decir quiero que
tengan estas otras. No eligen, se quedan en lo que no quieren.
En vez de descubrir lo que quieren, su peor temor es ser. Piensan
en lo que pierden al elegir porque creen que si toman un camino
están perdiendo otro.
Todo por viejos condicionamientos y mandamientos, mentirosos
y faltos de entendimiento, que nos condenan aún antes de
haber nacido a una vida en donde debemos rescatar a los demás,
sin antes haber aprendido a rescatarnos a nosotros mismos.
A salvar a otros sin haber sido salvos primero. Sólo el
AMOR PROPIO puede ser el fundamento del amor a los demás.
No soy humilde cuando soy modesto siendo menos de lo que
soy, porque a los demás les molesta. Tampoco soy humilde si
me escondo pensando que soy mejor o peor que los demás.
La humildad es la valentía de ser quien soy en libertad, teniendo
la certeza de apostar a la incertidumbre que es donde se
mueve la resonancia armónica, sabiendo que todo está dispuesto
para mi felicidad, disfrutando del cómo, no tratando de
averiguar, sino aceptando y disfrutando del paisaje de la vida
en plenitud.
Aquí empieza el trabajo sensible de reconocer el campo de
las probabilidades, que es donde las cosas ocurren.
sábado, 22 de octubre de 2011
Convicción 2
Refiriéndonos a los límites infinitos, hay que tener en cuenta
lo siguiente: Ya sea por la izquierda o por la derecha, los límites
que tienden a “0” (cero), y no necesariamente al “–” (menos) infinito
o al “+” (más) infinito, se toma en cuenta el signo de la izquierda
(negativo) o en su defecto, derecha (positivo), para tomar
en cuenta el resultado del infinito o la tendencia a un número
en especial. Todo depende del signo.
Según el signo, positivo o negativo, habrá una tendencia a un
número, pero nunca un resultado real, sino que ambas, a pesar
de la tendencia, se dirigen al más infinito, o al menos infinito.
Por lo que los límites existen en la medida que los creamos.
Y el resultado es sólo el signo. Que la vida sea una porquería
o un paraíso sólo depende del signo que le pongamos adelante.
Así que a la razón hay que convencerla de que si hay negativo
también hay positivo, y que ésto sólo depende de cómo la miremos
a través de los anteojos del miedo o del amor. Y esto sólo
depende de nosotros. No se trata de negar la realidad sino de
hacerla posible, y depende de nosotros, nadie más tiene la responsabilidad.
La convicción es el fino arte de darme respuestas a través del
uso de la razón.
El carisma hizo que descubriese la resonancia armónica como
la descripción de un hecho que proviene de la física misma.
La convicción da respuestas que me permiten encarnar las virtudes
descubiertas de modo que cuando me asalta la duda, sea
más simple descartarla, en pos de seguir encarnando la virtud.
Las respuestas que me doy, están estrechamente ligadas a la
responsabilidad respecto de mi propia felicidad. De hecho, tengo
el derecho y la responsabilidad de ser feliz. Y esa es la primera
Ley.
SÓLO PUEDO HACER FELICES A LOS DEMÁS, SI SOY FELIZ.
SÓLO PUEDO AMAR A LOS DEMÁS SI ME AMO.
En este caso, y es el más común, el orden de los factores sí
altera el producto. La calidad del amor empieza por casa. Alguien
que no se ama, no tiene la capacidad de amarme.
jueves, 20 de octubre de 2011
Convicción 1era. Parte
El pensamiento es una función que no depende del consciente,
depende de la atención que prestemos al ambiente que nos
rodea. Puede ser un infierno o un paraíso, depende de nuestro
deseo, y nuestra percepción de la realidad.
Convicción: Incitar, mover con razones a alguien a hacer algo
o a mudar de dictamen, o de comportamiento, o probar algo de
manera que no se pueda negar.
La mente usa la razón, porción que ocupa entre el 7% y el
12% del funcionamiento de la mente, y no se puede definir como
consciente porque estamos repletos de respuestas automáticas
reactivas, ya que la mayor parte de nuestras respuestas a
eventos cotidianos están basadas en su mayoría en experiencias
del pasado, y no nos permite ACCIONAR, sólo REACCIONAMOS.
Esto nos ausenta una y otra vez, actuamos como robots
programados en ciclos repetitivos.
Freud hablaba de un consciente, subconsciente e inconsciente.
Resulta ser que alguien confundió la consciencia con el razonamiento,
tratando de explicar con palabras algo que en realidad
no sólo se piensa. El acceso a la consciencia, algunos lo llaman
el despertar, tiene que ver con el descubrimiento del subconsciente
y el inconsciente sin juicio, que en libertad permite
traer al consciente aquello que ya está almacenado y transformar
el presente con acciones en vez de con reacciones. La acción
me vuelve responsable de mis actos, por lo que los resultados
son inmediatos y me llevan poco a poco a los logros.
No me planteo objetivos pequeños, porque no existen los objetivos
pequeños. Cada cambio se realiza en el campo de las
creencias, para luego transformarse en creaciones de mi propio
ser, por lo que las metas se vuelven logros.
La mente es infinita, y tiene cuatro funciones principales, intuir,
pensar, sentir y accionar. ¿Cuántas partes tiene? Algunos
dicen dos, otros tres, yo creo que todas las que son necesarias
para evolucionar, de hecho son funcionales a nuestra propia
evolución.
La creencia fundamental que debemos cambiar y está demostrada
a la razón a través de las matemáticas es que la “función
límite”, NO EXISTE.
lunes, 10 de octubre de 2011
Carisma
PRINCIPIOS ACTIVOS DEL MARKETING PERSONAL
“Cumplimos los deseos de nuestros clientes satisfaciendo
los propios”.
BELLEZA es la propiedad de las cosas o personas que hace
amarlas infundiendo deleite espiritual. No tiene nada que ver
con lo lindo. Y es una cualidad que cuando se pone de manifiesto
se deja ver a través de nuestra imagen, nuestra mirada. Nuestro
lenguaje corporal tiene un comportamiento especial que hace
que nos sintamos atractivos por RESONANCIA ARMÓNICA. Lo
que sentimos dentro se deja ver afuera.
En este capítulo vamos a comenzar con la imagen corporal en
el sentido de encarnar nuestras virtudes y que éstas se dejen ver.
El lenguaje corporal está estrechamente ligado a los cinco
sentidos, y éstos pueden servirnos como gatillo a la hora de encarnar
tal o cual cualidad que nos es útil para una entrevista,
por ejemplo.
La realidad es que cuando no sentimos confianza en nosotros
mismos, nos sentamos encorvados, no miramos a los ojos,
nuestra adrenalina aumenta, nuestras manos sudan, exageramos
nuestras virtudes o defectos, levantamos o bajamos la voz,
lo que lógicamente resulta en un rechazo. El cual, por supuesto,
fabricamos mucho antes de la entrevista, salimos desairados y
ofendidos mucho antes de haber entrado.
Todos nuestros sentidos trabajaron en nuestra contra mucho
antes, probablemente desde el día anterior. Damos por seguro
entonces que la persona que nos va a entrevistar se cree mucho
más de lo que es, o que nosotros estamos muy por debajo de la
expectativa. Naturalmente no vamos a la entrevista de trabajo
con nuestra mejor parte. Nos ponemos nuestra mejor ropa pero
estamos ausentes, porque nuestras virtudes están peleando
dentro de nosotros con nuestros defectos y no dejamos que salgan
a la luz. No sólo nos sentimos feos, estamos feos, porque
estamos encarnando el miedo (recuerdo de situaciones negativas:
la entrevista a la que me presenté ayer, la discusión con
mis padres, las equivocaciones que cometí, etc.).
Nos dejamos embaucar por el miedo, que es estúpido pero
tiene experiencia. Está grabado en nuestro ADN. ¡Todavía de vez
en cuando nos damos vuelta a ver qué nos persigue si un Tiranosaurio Rex o un Triceratops!
Brillamos, somos bellos cuando nos habitamos con libertad e inocencia.
Nuestras percepciones se comunican con las percepciones
del otro, y se registra un NO, como impotencia propia para que
el otro haga lo que le pedimos, sienta lo queremos nosotros que
sienta, la impotencia para resolver un deseo que tenemos se
transforma en un deseo insatisfecho, ponemos nuestro poder
en manos del otro.
Creyendo que las respuestas a nuestras preguntas están fuera
de nosotros, estamos parados en un campo de IMPOSIBILIDADES.
Esto es pura resonancia armónica, negativa.
La resonancia armónica tiene que ver con el magnetismo, hay
personas que son naturalmente magnéticas.
Otras podemos utilizar los sentidos para poner de manifiesto
nuestras virtudes, sin esperar otro resultado que nuestro bienestar,
nuestro placer. En vez de recordar una y otra vez situaciones
que nos hagan sentir culpables, podemos apelar a situaciones
en las que sintamos satisfacción por nuestros resultados.
La situación entonces se vuelve absolutamente distinta,
estamos llamando a nuestras virtudes a resonar armónicamente
de modo positivo, a nuestro favor.
Esto también es resonancia armónica, positiva.
Un ejercicio muy interesante es que tomemos un espejo, una
hoja de papel y un lápiz. Dibujemos nuestro rostro con el mayor
detalle posible. Usemos música para estimularnos, sin pensar
que debemos hacer una obra de arte, sin juicios, sin evaluaciones.
Luego, tomamos nuestro retrato y lo mostramos a otros, pidiéndoles
que nos digan tres cualidades del rostro dibujado en
este retrato. Ninguno debe saber que es un dibujo de ustedes
mismos hecho por ustedes. Sólo díganles, por ejemplo, que es
un trabajo de un alumno, de un compañero, de un hijo o un sobrino.
Luego, cuando lleguen a casa revisen. Van a poder observar
con asombro cuanto de esto tiene que ver con cómo Uds. se
muestran a los demás, cómo se ven y cómo los ven a Uds.
Descubrir la propia imagen puede ser muy divertido, pero
muy doloroso también. No le den mayor importancia, tómenlo
ligeramente. Esto es un ejercicio que descubre una parte de
Uds., halagador o no, permite su aceptación o su transformación.
Aprenderse de memoria gestos para especular, no tiene
ningún sentido. Estaríamos siendo deshonestos con nosotros
mismos.
DON: (Del lat. donum).
1. m. Dádiva, presente o regalo.
Los dones son regalos de nuestro Padre, y ya están dentro,
sólo los debemos poner en acción a partir de la inspiración, en
un movimiento natural de nuestra mente que parte de la intuición,
se forma en nuestro pensamiento, se cultiva en nuestros
sentimientos y se cosecha en la acción, en la experiencia. Lo
que nos produce como resultado una respuesta amorosa, afirmativa
y positiva de la vida.
Usar el oído, escuchar una música que me ¨ponga alegre¨,
bailar, cantar, o simplemente cerrar los ojos y escucharla, es
inspirarnos. La condición, es que debemos escuchar “la” música
que nos lleve a ese estado. Por ejemplo, a la hora de desear
ser valiente, ¿qué música escucharía?
Ésta es una forma de bucear en nuestros sentimientos usando
el sentido del oído como instrumento para construir un nuevo
estado dentro nuestro. ¿Es real?… Si lo sentimos, ¡SÍ, ES REAL!
Para inspirarnos confianza, por ejemplo, podemos recurrir a
un recuerdo (cocinar esas galletitas que me hacía la abuela. Ahí
usamos el sentido del tacto, el olfato y el gusto, todo al mismo
tiempo, y nos hacemos espacio para la confianza.). ¡Si esto nos
hace sentir confianza, ES GENIAL!
Para inspirarnos amor podemos ponernos el perfume de
nuestra pareja, algo que tenga su olor, y a su llegada no podemos
sentir otra cosa que amor, estuvimos vibrando en su olor,
tocando su ropa. El amor primero lo creamos en la imaginación
para volverlo real.
Todos los sentidos se confabulan para hacer realidad ese
sentimiento. Con el resto sucede lo mismo:
NO DEPENDE DE NADIE QUE YO ME SIENTA FELIZ Y PLENO,
¡SOLO DEPENDE DE MI!
EL AMOR QUE SIENTO ES TODO MÍO Y ME PERTENECE.
Por lo que cuando siento amor por otro, es en realidad para
sentir más AMOR PROPIO, más amor por uno mismo.
Estimularse es encontrarse amablemente con “lo desconocido”.
Prueben con un viejo ejercicio de teatro: tomen una naranja,
dejen pasar tiempo viendo cada detalle, usen todos los sentidos,
graben en su mente con los ojos abiertos y cerrados todas
las rugosidades y su aroma. Dejen la naranja, y hagan el mismo
ejercicio pero sin la naranja. De manera segura, sus glándulas
salivales se activarán independientemente de la presencia de la
naranja. Para su mente la naranja está ahí. Descansen y sean libres
de comerla o no, y háganlo gozando de cada mordisco, como
más les guste.
La inspiración comienza con la estimulación, podemos recurrir
a estimularnos positivamente con cualquiera de los sentidos,
y si lo hacemos con la intención de lograr un objetivo, terminaremos
usándolos y generando un nuevo recuerdo dentro
de nuestra mente. Empujar a la mente para sentir esa sensación
nuevamente se vuelve un ejercicio con fines netamente prácticos,
que atraen lo mejor para nosotros. Nos disponen a recibir
lo que ya sentimos. No es mágico, debemos intentarlo una y
otra vez hasta lograr encarnarlo. Las emociones tóxicas nos dificultan
el proceso y lo hacen más o menos difícil, según la cantidad
de miedo al fracaso y la frustración que tengamos.
El asunto es intentar sin desmayar y atesorar cada intento. Es
más, si es posible, documentarlo, para apreciar luego el proceso
que nos llevó al descubrimiento. La aventura es maravillosa, el
camino es bello y apreciable, no recordamos el resultado, le damos
valor a cada uno de los intentos que son los que nos llevaron
al logro. Sólo podemos dejar el pasado en el pasado, cuando
apreciamos que es el camino que nos ha llevado al lugar en donde
estamos, HOY. Como consecuencia, lo único que podemos
cambiar del pasado es la manera en que lo percibimos.
Otra vez, se hace presente la percepción. La observación
puesta en acción nos lleva a experimentar construyendo fundamentos
en la comprensión, la compasión y el amor hacia nosotros
mismos. Nos depara una sensación de logro, un estado de
plenitud y felicidad, más allá del resultado momentáneo. Nos
permite, nos da permiso a experimentar una y otra vez hasta
que nos ¨salga bien¨. Sin fracasos terribles, sino con la libertad
puesta en acción, a los fines del aprendizaje.
Según Maxwell (físico), la electricidad y el magnetismo son
aspectos de un mismo fenómeno. Donde hay electricidad hay
magnetismo y viceversa. Nosotros somos seres electromagnéticos.
Y el carisma tiene mucho que ver con eso, atraemos las cosas
que deseamos.
La alegría nos vuelve PRESENTES, y es el modo de atraer aquello que deseamos.
Si alguna vez han querido ser como tal o cual persona, actriz,
cantante o deportista, ¿se han preguntado si era posible que
Uds. tuviesen esa misma virtud? si es posible para Uds. encarnar
esa virtud en Uds. Pues les quiero decir que esta es una
gran pista que bien usada, en vez de distraernos puede atraernos,
acercarnos a lo que deseamos.
Estoy segura que nadie quiere ser otro que sí mismo, que nadie
sería feliz siendo otra persona. Por lo que cuando estamos
admirando, apreciando de modo positivo o celando, envidiando
de modo negativo en realidad nos estamos poniendo en contacto
con nuestro deseo de ser quienes somos, y eso sólo está en
nuestro campo de probabilidades.
Desde este punto de vista, no se requieren grandes cirugías,
ganarse loterías o conseguir que exista una magia especial que
nos transforme, sino tomar las decisiones y elecciones adecuadas
que nos lleven por medio del placer y el gozo más cerca de
nuestro deseo.
Refiriéndome un poco al modo de aprendizaje, que atraemos
en la admiración o la apreciación, el contacto con nuestro sentido
de lo bello, ¿qué atraemos con celos y envidia?
Sentirnos menos que los demás. Todo lo que los otros hagan
siempre va a ser mejor de lo que nosotros hacemos y por lo tanto,
no podemos ser tan buenos, tan bellos, tan santos.
En ninguno de los dos casos nos hacemos responsables de lo
que sentimos si no hacemos nada para encarnar o atraer esa
virtud que admiramos o los celos que tuvimos. Por lo tanto, nos
quedamos siempre admirados, sin experimentar, o envidiosos,
y eso atraemos...
Si deseo algo, la aventura que es vivir me lleva a atraerlo,
pues eso está dispuesto para mí mucho antes de que yo lo admirara
o lo deseara.
Sea valiente, enfóquese e incorpore eso a su vida.
Un ejercicio muy común de atracción: Tome una hoja en blanco,
use la técnica que crea que más le guste, dibujo, collage,
pintura o mezcle técnicas y ponga en un papel lo que desea para
sí mismo en un día, pero sea concreto y detallista. Tómese
tiempo para hacer esto en intimidad, en profundo contacto con sí mismo y dedique al menos 5 minutos para observar la imagen que ha creado. Guárdela para Ud. mismo, sólo Ud. puede verla.
Es sagrada, secreta, es su imagen del paraíso para Ud. mismo.
Después que lo logre, compartirá naturalmente sus frutos. No
exija tiempos, disfrútelo desde ahora.
Así como el que observa representa la intuición, el carisma es
el que atrae lo que deseo verdaderamente. Por lo tanto, el que
observa se vuelve el que experimenta.
En la noche revise su creación, con cuánto de la lista que deseó
para ese día pudo, y por favor si se equivocó, está bien, es
su derecho. Después corrija para el día de mañana. Usted tiene
la libertad de equivocarse y de corregir, cada intento es válido
en la medida que corrijo errores anteriores.
UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS…
La vida es una sucesión de previas.
Mirémonos ahora al espejo, pongámonos en contacto con lo
que nos gusta de nosotros. Mirémonos de cuerpo entero primero,
y luego elijamos qué nos gusta más. Trabajemos en eso que
nos gusta y pongámonos en sintonía junto con lo que
“no se puede ver en el espejo” y que sin embargo, se ve en la
imagen que el espejo me devuelve. Ajustemos cada detalle hasta
que se vea con firmeza lo que queremos transmitir. Luego con
esta imagen real, propóngamonos una salida, nada estrafalario,
puede ser un café con un amigo. Y probemos, sin decir nada, comuniquémonos
con una realidad relativamente segura esta imagen
que comprobamos en el espejo.
Es importante registrar esta experiencia. Por favor, hágalo.
Escriba y atesore sus logros, para recurrir a ellos cuando el camino
le resulte difícil.
Por favor, piense bien de Ud. mismo. Escriba sólo las cualidades
que le sean agradables, no sólo a la vista común. Muéstrese
como es, no se disfrace, porque se nota. Seguro que es mucho
más valioso de lo que cree, y después de esta experiencia,
se dará cuenta que vale el precio de elegirse bello, inteligente,
capaz y valiente. Sí, requiere de coraje, pero atrae aquello que
deseamos. No pierda el tiempo, sea quien es.
Su bienestar, es el bien común. El bien más común de todos,
y ¡UD. SE LO MERECE!
El carisma tiene mucho que ver con la vibración, uno atrae la
vibración que emana. Sedúzcase a Ud. mismo con música para
encarnar una virtud. Busque cantar o ser director de una orquesta
imaginaria para motivar esos estados de ánimo que contribuyen
a la incorporación de una virtud y están dentro suyo,
sólo debe recordarlos. Si lo que quiere encarnar en su vida es
amor, escuche todas las canciones que incluyan “te amo”, y escúchelo
como si Ud. se lo dijera a sí mismo. O como si un padre
o madre amorosa se lo susurraran. Inspírese, llénese de esa
emoción que es su musa inspiradora, su fuente de energía para
atraer aquello que más desea.
El carisma sólo se tiene cuando uno está en contacto directo
con el deseo. Si no sabe lo que desea, ¡averígüelo!
No pierda el tiempo, use las coincidencias cotidianas para
descubrir sus deseos a través de la resonancia armónica.
Los carteles, lo que lee, por donde camina, la publicidad, la letra de las canciones que escucha, todo contribuye al descubrimiento y la satisfacción de sus deseos.
Los pensamientos tienen voz, vibran...
Paulo Coelho tiene una frase famosa: “todo el Universo conspira
en la realización de su deseo”.
“Ojalá” (Oh... Alá...) es una expresión árabe que significa
“que Dios quiera”. ¿Quiere saber algo? ¡Dios quiere! ¿Y Ud.?
El carisma sólo puede encarnarse en condición de INOCENCIA.
Con ausencia de culpa libremente soy quien soy, y confío en
que todo está dispuesto para que yo atraiga lo que mi deseo
emana como vibración. El carisma sólo puede encarnarse en el
área de la mente que tiene que ver con los sentimientos, y la
elección tiene que ver con encarnar lo mejor de nosotros mismos,
lo que deseo ser.IMAGEN PERSONAL*
No hay duda que la forma en la que vestimos dice mucho de
nuestra imagen personal y nos guste o no, también de la empresa
o institución a la que representamos.
Cuidar esta parte, tan visible, de su imagen es una de las
cuestiones que debe marcar como prioritarias, a la hora de
atender su aspecto y la imagen que se desea proyectar al exterior.
Pero todo no lo hace la vestimenta que usemos, también
nuestro aspecto e higiene son importantes; de nada sirve llevar
un traje o un vestido de un diseñador de reconocido prestigio o
de marca conocida, si se descuidan el resto de detalles, como el
aseo personal, el cabello, el cuidado de las manos y las uñas, y
algo que se suele desatender con frecuencia, la limpieza de los
zapatos.
Enfrentarse por la mañana a la elección de la indumentaria
que vamos a llevar durante el día, no es tarea fácil, pero algo
que nos debe incentivar a la hora de seleccionar el vestuario
que vamos a usar, es pensar que hoy puede ser el día en el que
cerremos ese contrato o esa venta que llevamos un tiempo persiguiendo.
O puede ser que venga a visitarnos o nos llame para que vayamos a verle,
ese cliente que se nos lleva resistiendo un tiempo, o simplemente, sentirse mejor
y más guapo; cuando somos capaces de mirarnos al espejo y decirnos:
¡hoy estoy especialmente bien! Salir a la calle con más ilusión, con más energía,
con una sonrisa en la cara y somos capaces de transmitir a los
demás lo que sentimos; pues si esto es así, ¿por qué no hacer
que todos los días nos sintamos bien y elegir aquello que nos
sienta mejor?
Casi todas las personas conocen qué es la etiqueta en el vestir
y cómo se debe asistir a los diferentes entornos en los que se
mueven, pero inmersos en la Era de la Imagen, la indumentaria
ha pasado a ocupar un lugar relevante en los hábitos y actuaciones
cotidianas, y cada vez más, el tipo de vestimenta condiciona
nuestra vida, nuestro trabajo y hasta nuestras relaciones
personales. Saber vestir en cada situación que se presente,
combinando las prendas de una forma correcta y eligiendo lo
más adecuado para cada momento u ocasión, mostrará su buen
hacer, su buen gusto y transmitirá su personalidad. Evitar individualismo
o formas de vestir demasiado innovadoras o revolucionarias
mostrará mejor su fortaleza de carácter y personalidad.
Muchas personas intentan destacarse a través de su indumentaria
y ésto, en muchas ocasiones, trae de forma encubierta
ciertos complejos o deficiencias de las personas, o marcan
una forma de ser un tanto frívola o narcisista.
A continuación se ofrecen algunas recomendaciones sobre la
indumentaria a emplear en determinadas ocasiones de la vida
laboral de las personas, tratando de prestar una especial atención
al modo correcto de vestir en el entorno profesional.
Como se ha comentado antes, cuando se elige la ropa a utilizar,
se debe ser consciente que se va a utilizar durante una buena
parte, sino todo el día, en el que permanecerá en su entorno
laboral o en su centro de trabajo, por tanto, debe preveer o conocer
lo que va a hacer, para sentirse a gusto en cualquier situación
que se le presente.
Existe una serie de reglas para vestir en el trabajo. Factores
como el cargo, departamento en el que se encuentre, tareas y
funciones asignadas, tipo de entidad u organización, etc., condicionan
el tipo de indumentaria y le permitirán ir de un modo
más o menos formal. No será lo mismo trabajar en una entidad
financiera donde el porcentaje de contactos con personas es muy elevado,
que trabajar en una empresa en la cual no hay trato
directo con el público, pero algo que sí debe tener siempre
presente: la primera sensación o imagen que transmite es muy
importante. Debe sentirse bien, estar cómodo, pero a la vez, debe
ser elegante y tener buen gusto. Esto no significa que tengamos
que gastar más dinero, sino que debe elegir mejor el tipo
de vestuario que necesite, que sea combinable, estar al día, pero
sin hacer un uso excesivo de la moda. Piense que la elegancia
es un reflejo de la sencillez y naturalidad de la persona, elija
la ropa, las formas y los colores que le sienten bien.
MUJERES: ¿CÓMO TRANSMITIR PROFESIONALIDAD
A TRAVÉS DEL VESTUARIO?
- Utilice un traje chaqueta, con falda, vestido o pantalón. Una
elección que nunca falla es elegirlo en un sólo color y en colores
oscuros, azules, negros o grises, proyectan más profesionalismo.
Los trajes bicolor o estampados, dan un toque más informal
y alegre, y también son muy elegantes; no abuse de las tonalidades
o colores excesivamente llamativos. Se recomienda
que las blusas sean de un color más claro, lisas o estampadas.
Evite que sean muy ajustadas o escotadas.
- Si utiliza falda, lleve siempre medias, incluso en verano, las
piernas quedan más elegantes. Evite los colores de moda y los
dibujos.
- Hay mujeres que se sienten más cómodas con pantalones,
intente que sean de corte clásico y elegantes, y destierre a un
segundo plano el pantalón vaquero; déjelo para ocasiones informales
y en círculos privados y familiares, y recuerde que si
acude a una entrevista de trabajo, del tipo que sea, no lo use.
- No use ropa transparente o algo que pueda distraer a los
demás.
- Cuide el exceso de accesorios y joyas.
- El jersey es una prenda un poco más informal. Son más elegantes
las blusas al cuerpo.
- El bolso o maletín ha de ir en sintonía con el resto del vestuario.
- Los zapatos bajos no son lo más apropiado; mejor un zapato
de salón (de un taco de entre unos 4-5 centímetros), siempre
y cuando la profesión lo permita. Aún así, el calzado como el
resto de los componentes, ha de combinarse de manera acertada
y armonizando con el conjunto en general.
- El maquillaje también influye mucho en el aspecto global. Si
le gusta ir maquillada, hágalo de forma natural.
- Utilice fragancias frescas, deje el perfume fuerte para otras
ocasiones o momentos del día.
- El peinado no ha de ser muy elaborado; debe lucirlo de manera
natural, siempre bien peinada. Procure variar con discreción
el tipo de peinado; si el largo de su cabello lo permite: un
día con una trenza, otro con una cola de caballo, suelto, medio
recogido, etc.
Conviene destacar que los complementos son importantes y
sirven, para eso, para complementar el aspecto. Los accesorios,
tanto en el hombre como en la mujer, juegan un papel muy importante,
ya que combinados con acierto, permiten realzar y resaltar
la imagen personal en todo su conjunto. Además, como
ocurre con la ropa, transmiten gran cantidad de información de
la persona que los usa. Son un recurso ideal para actualizar el
estilo de cada temporada del año. En el mundo de la moda, los
complementos son casi tan importantes, a veces incluso más,
que las prendas de vestir en sí mismas, ya que en escasos segundos
permiten cambiar la imagen. Se debe prestar atención a
la selección y elección de los mismos porque pueden jugarnos
una mala pasada si no se combinan y armonizan adecuadamente.
No conviene ir muy sobrecargada. Si se utiliza alguna joya,
que sea solamente una en cada mano, o una cadena o collar, y
respecto al reloj, que haga juego con el atuendo, clásico, preferiblemente
a uno deportivo.
HOMBRES: ¿CÓMO TRANSMITIR PROFESIONALIDAD
A TRAVÉS DEL VESTUARIO?
Es cierto que el abanico de posibilidades que brinda la indumentaria
de la mujer es mucho más amplio que la del hombre,
pero actualmente, para ellos existen más opciones para vestir
en el trabajo porque, y como ocurre en el ámbito femenino, dependiendo
de unos determinados factores estrictamente laborales, como cargo, responsabilidades,
filosofía de empresa y entorno en el que se mueve, el vestuario masculino también ha
ido tomando forma. Atrás se ha dejado ya el obsoleto concepto
de “hombre trajeado” que siempre ofrecía la misma imagen y se
ha pasado a uno mucho más innovador, más actual, moderno y
cosmopólita, pero sin obviar esos cánones y “estilo clásico”.
Reiteramos que la elegancia, moda, comodidad y desembolso
económico, para la adquisición de prendas, no están reñidos.
Utilice traje, los más elegantes, los de colores neutros como
gris, azul marino o marrón y de un color liso o con algún dibujo
clásico como la raya diplomática, príncipe de Gales, etc. El traje
masculino se compone principalmente de un pantalón, saco y
chaleco, aunque éste poco a poco va perdiendo protagonismo.
Si bien antes era una prenda cuya misión era proteger del frío,
ahora en la totalidad de las empresas hay calefacción y ya no es
necesario, no obstante, su utilización hace un vestir más elegante
y si lo utiliza debe llevarlo siempre abrochado.
- Las medias deben hacer juego con los zapatos y pantalones.
Lo mejor, los denominados “ejecutivos” de colores oscuros:
gris, negro, azul marino, etc.
- Si usa cinturón, no lleve tirantes y viceversa. Nunca se usan
las dos cosas juntas.
- Con la corbata, no lleve el cuello de la camisa abierto y procure
llevar el botón abrochado. Asegúrese que el nudo esté bien
hecho y centrado; si no es así, la imagen que ofrece es desaliñada.
El extremo de la corbata ha de tocar la hebilla del cinturón.
El mejor tejido para una corbata es la seda y se debe cuidar
que vaya bien combinada con la camisa y el traje.
- Las camisas deben ser de manga larga y con los puños dobles
para los gemelos, son más elegantes; pero si lo desea,
puede utilizar una camisa más informal, sin puños para gemelos,
pero que combine bien con el traje y la corbata. El cuello de
la camisa más elegante es el inglés.
- Dar un toque de color a la indumentaria masculina es atrevido
y divertido, pero se deben evitar los colores excesivamente
llamativos.
- No es recomendable el uso excesivo de joyas o complementos:
un anillo en cada mano, un reloj acorde con la vestimenta evitando los grandes relojes
deportivos, gemelos, alfiler de corbata, etc.
- Mostrar un buen aspecto facial es muy importante actualmente.
En el mercado existen muchos cosméticos para lucir una
piel tersa y cuidada, indicados para el hombre. Es aconsejable,
en cuanto al perfume, usar una colonia o perfume fresco.
Elegir el cómo vestir depende, en gran medida, del tipo de
compañía en la que trabaje, el puesto que ostente y la filosofía
o el alma de la empresa. También es muy importante observar el
entorno en donde establece sus relaciones comerciales y de negocios;
no es lo mismo ir a visitar a un jefe de compras o ejecutivo
de una empresa, que le recibe en su despacho, que ir a visitar
a un empresario o jefe de compras de un taller mecánico o
de una obra, que en muchas ocasiones están con ropa informal
o de trabajo. Por tanto, para no sentirse incoómodo o que desentona,
observe su entorno y en donde realiza sus negocios, y
haga caso del saber popular que en esta ocasión hemos hecho
una pequeña adaptación y que dice: “donde fueres, viste lo que
vieres”.
Cuidar esta parte, tan visible, de su imagen es una de las
cuestiones que debe marcar como prioritarias, a la hora de atender
su aspecto y la imagen que se desea proyectar al exterior.
También el clima afecta la decisión para elegir la vestimenta,
por eso, en países más cálidos o en verano, los colores suelen
ser más claros y en algunas ocasiones, la indumentaria se hace
un poco más informal. En cualquier caso, el sentido común y la
observación de su entorno, le hará ir de la forma más correcta y
acorde con cualquier circunstancia. Recuerde: La primera impresión
cuenta en los inicios de una relación de cualquier clase.
• Para potenciar su imagen personal debe mantener una coherencia
entre los cuatro canales de información que se utilizan
al transmitir cualquier mensaje. Cuatro instrumentos que deben
apoyarse entre sí: apariencia exterior, indumentaria, gestos y finalmente,
voz, tono y modulación.
• Las personas que colaboran en las empresas se convierten
en sus embajadores y son los responsables de transmitir la credibilidad
de los productos y/o servicios que éstas ofrecen..
• Una persona que cuida su imagen se siente más segura y
confiada en lo que ofrece y transmite una fuerza imparable.
• El período más crítico, cuando se produce el primer encuentro
con una persona, son los primeros cinco minutos, por tanto,
¡se deben aprovechar!
Las empresas suelen invertir para mejorar su identidad corporativa
o al menos, debería ser así. Cuidar todos los detalles
en sus relaciones con los clientes, proveedores, colaboradores,
etc., se hace fundamental, pero algo que no se debe olvidar, es
que se transmite la imagen que los demás ven de la empresa, lo
hacen las personas que la forman, que se convierten en sus embajadores
y que son los responsables de reflejar la credibilidad
de los productos o servicios que ofrecen.
Desarrollar un estilo corporativo propio y único, es esencial
para obtener una ventaja diferencial, que permita grabar en la
mente de los clientes la excelencia de la compañía y favorecer
su fidelidad. Marcar diferencias para ofrecer un mejor servicio y
un mejor trato, pero ¿las personas que colaboran en las empresas
se sienten partícipes de la imagen a transmitir? ¿Se les prepara
para difundir los valores de la empresa? ¿Se les forma para
cuidar su imagen personal? ¿Qué entendemos por imagen
personal?
Cuando se oye o se habla de imagen, casi siempre la mente
se va hacia hombres y mujeres espectaculares, con mucho glamour,
con unas medidas perfectas, cuerpos esbeltos y con un
gran atractivo. Pero entonces ¿si la madre Naturaleza no nos ha
concedido un cuerpo magnífico, nuestra imagen personal puede
verse afectada?
¡Seguro que “NO”! Las personas somos algo más que un aspecto
físico, estamos dotadas de una mente maravillosa y de
valores, que hacen que seamos lo que realmente somos.
Un aspecto físico impecable con una mente vacía, sin personalidad,
no sirve. Al contrario, una mente prodigiosa con una
apariencia descuidada o sucia, tampoco.
El cuerpo es un elemento magnífico de comunicación y es la
tarjeta de presentación de una persona, que debe ir acompañado
del control del lenguaje verbal y no verbal.
Por lo tanto, cuando hablamos de imagen personal, no nos referimos
solamente al atuendo que se lleve, sino que es algo más
amplio, que abarca también los rasgos físicos, posturas y movimientos
al sentarse, al caminar, al saludar, el tono de voz, la mirada,
la risa y la sonrisa, la higiene, la cortesía, la educación,
etc. Podemos decir que es un estilo de vida, la forma de ser y actuar,
y en consecuencia, cada persona tiene la suya propia.
Es importante cuidar la imagen personal, ya que es lo primero
que los demás ven de nosotros. Cuando una persona se presenta
ante otras, antes de pronunciar una palabra, ya está
transmitiendo datos e ideas, aún sin quererlo. Aunque no seamos
conscientes, todos proyectamos nuestra personalidad a
través de la imagen que ofrecemos al exterior.
Suele decirse, que el período más crítico (cuando se produce
el primer encuentro con una persona) son los primeros cinco minutos.
Las impresiones que se forman durante este tiempo persistirán
y se reforzarán, en función del comportamiento posterior
del individuo. Seguro que habrá oído hablar de una frase
muy popular que dice: “la primera impresión es la que cuenta”,
y si ésta es positiva, hay mucho terreno ganado; en cambio, si
ocurre al contrario, se tarda el doble de tiempo para intentar
cambiar la opinión de nuestro interlocutor.
Ahora piense, aceptamos que un individuo cuya apariencia
nos resulta sospechosa o desagradable, haya cometido un hecho
delictivo, mientras que, si la misma acción se imputa a alguien
a quien consideramos un ejemplo de rectitud y nobleza,
nos costará admitir su culpabilidad, hasta que nos presenten
pruebas contundentes y palpables de ello. Para apoyar un poco
más esta postura, imagine que va caminando por una calle poco
transitada y de pronto ve a una persona que se dirige hacia
Ud. Su aspecto es sucio, despeinado y mal vestido. Automáticamente,
Ud. se apresurará para cambiar de acera rápidamente,
mientras que si la persona que se le acerca va bien vestida y
aseada no le preocupará. Tal vez se equivoque, pero su aspecto
exterior le ha hecho reaccionar.
¿Por qué suele ocurrir esto? Se debe a que se asocia la imagen
de cada persona con ciertos juicios y valores predefinidos,
de modo que el inconsciente crea una especie de filtro que nos
hace receptivos a los datos que coinciden con esa imagen y reflejarlos,
frente a los que no responden a tal esquema.
La imagen personal es como una foto, es todo lo que los demás
ven de nosotros en una rápida y fugaz mirada. Conseguida,
comienza el juicio psicológico, ¿ofrece confianza , o no? Evidentemente,
cuando se está frente a personas, todo se desarrolla
en cuestión de minutos.
Por otra parte, la buena presencia, al ser y sentirse agradable
a la vista de otros, hace a las personas más seguras de sí mismas,
lo cual mejora en gran medida el desarrollo personal, profesional
y social.
El boom de la publicidad masiva en Estados Unidos en los
años sesentas, llevó a muchas empresas a estimular la venta de
sus productos a través de la capacidad de seducción de la imagen,
e hizo recobrar el viejo proverbio chino que reconocía que
“una imagen vale más que mil palabras”.
La regla de oro para transmitir una buena imagen es “estar a
gusto y seguro con uno mismo”.
Para potenciar su imagen debe cuidar una norma fundamental,
que es mantener una coherencia entre los cuatro canales de
información que se utilizan al transmitir cualquier mensaje.
Cuatro instrumentos que deben apoyarse entre sí:
1 • Condiciones físicas: apariencia exterior
2 • La voz, el tono y su modulación
3 • Los gestos
4 • La indumentaria
Cuando algunos de los elementos no están armonizados con el
resto, sitúa al oyente en la disyuntiva de creer en lo que se dijo o
cómo se dijo. Muchas personas tienden a creer más en lo que
ven, que en lo que se les dice. Un buen ejemplo de adaptación a
estas circunstancias lo dan algunos políticos. La forma en que se
dice algo, debe ser coherente con el contenido del mensaje.
La confianza que una persona tenga en los productos y servicios
que vende su empresa, la creencia y el sentimiento de pertenencia
a un equipo de trabajo y la total certeza de que su trabajo
es importante y necesario, reforzará su imagen personal,
lo que permitirá favorecer la correcta transmisión de la identidad
corporativa de su compañía. Además, si la empresa se ha
ocupado de formar a las personas en aspectos para mejorar o
cambiar su imagen personal como vestimenta, factores del entorno y personales, lenguaje, lenguaje corporal y conocimiento
social, el éxito estará garantizado, porque la tranquilidad y la
seguridad en sí misma que esta persona transmitirá, la harán
imparable.
“Brillo cuando soy libre para ser yo mismo, sin adornos ni
condiciones más que mi SER REAL”.
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