lunes, 31 de octubre de 2011

Convicción 4

Cada vez que elijo, ¿me estoy eligiendo? ¿Es amoroso, si me dejo de lado? Es una trampa con salida sólo a la culpa, no es una respuesta razonable dejarme de lado, ausentarme de mí mismo. NADIE puede, ni debe agradecer que alguien se sacrifique en su contra a favor nuestro. Tiene un costo enorme y no es para nada amoroso, es egoísta. Es justamente desinteresado. Ninguno tiene interés en lo que está haciendo, es una suma de ausencias, y de faltas de respeto, por lo tanto no tiene nada de amable y mucho menos de humilde. Mi espacio es SAGRADO, y lo ocupo entera y responsablemente. Mi espíritu colma mi intuición, pone en funcionamiento mi pensamiento, le da lugar a mis sentimientos, y elijo en libertad lo que hago. Me colmo de recompensas, de alegrías, de paz y de gracia. Es lo que me hace diferente, porque elijo profundamente encarnada en amor propio, en libertad, sabiendo que como nada es gratis, todo vuelve en más de lo que deseo. La convicción tiene que ver con la profunda reconciliación, vuelvo a conciliarme conmigo mismo, eligiendo lo mejor de mí, en contacto con mi deseo. La convicción tiene que ver con la transmutación, la combinación de virtudes que me lleven a hacer lo que sé que es bueno para mí. Recuerdo: “bueno” y “útil” significan lo mismo en el diccionario. La convicción es vencer con valentía el miedo de ser quien soy para dejarme SER. Recuerde estas ideas cuando esté confuso o necesite apoyo para dar un paso. Para evaluar su forma de pensamiento, lea las siguientes premisas. Si con alguna no está de acuerdo, puede escribir sus sentimientos sobre ellas o contar sus experiencias. • Creo que mis actitudes y creencias dan forma a mi percepción del mundo. • Estoy seguro que quiero vivir cumpliendo mi propósito. • Puedo admitir honestamente qué funciona en mi vida y qué no. • Creo que mi intuición me guía al cumplimiento de mi propósito. • Me comprometo a dar pequeños pasos hacia las cosas que me emocionan y tienen significado para mi. • Puedo abandonar la lucha por el poder y el deseo de controlar a los demás. • Recuerdo que no debo complicar las cosas. • Creo que todos tenemos al menos un talento natural que es necesario para el flujo universal. • Creo que mi mundo puede cambiar si cambio mis actitudes y creencias, y que todo es posible. • Atraigo personas y eventos en el momento oportuno. • Siempre tengo elección. • Cumplo mis promesas, sin importar lo que haga el resto. Con esta acción atraigo todo lo que me merezco • Merezco mi paraíso ahora y eternamente. Si sinceramente puede decir que sí a cada premisa, su propósito ya ha emergido o está apunto de serle revelado. Si alguna respuesta es negativa, repase estas ideas mentalmente y hágase el propósito de aclarar estas revelaciones mediante la experiencia directa. Cuando tenga dudas o se sienta estresado, por favor revea esta lista para aclarar su mente y sus sentimientos.* La convicción es la búsqueda de respuestas que sólo nosotros nos podemos dar, y requiere de trabajo. Somos el presidente de nuestro consorcio de voces internas, y alguien tiene que escuchar, dar respuestas a cada una de nuestras voces internas y tomar decisiones. En este proceso, intervienen al menos el niño o la niña, el padre o la madre y el adulto que somos. El niño quiere sentir, el padre quiere imponer reglas y el adulto es el que no siente, escucha, responde y toma direcciones. Sí, es difícil dirigir una empresa o una familia, pero la gente que lo logra obtiene resultados positivos, sencillamente porque primero está de acuerdo consigo misma, consciente de sus partes, al menos de las más importantes, y toma una dirección. Si no se deja apabullar por las voces internas, las oye y les da una respuesta amorosa, afirmativa y positiva hacia sí mismo, obtiene en principio un gozo adicional, silencio interno y espacio creativo. Y la sensación de miedo o vacío, deja de existir, transformando ansiedad en expectativa, ¿qué puedo crear ahora? La convicción es la habilidad de encontrarme frente a frente con todas mis partes y darles una respuesta amorosa, afirmativa y positiva para que tomemos una dirección hacia el cumplimiento de nuestros deseos. Ud. es un sistema que se organiza a sí mismo en un campo visible de energía, organizado por su propósito y una corriente continua de información.* La información es el nutriente de un sistema auto-organizado. Conocerse a Ud. mismo revela su propósito. Vivir con un propósito significa que Ud. es una abertura a través de la cual fluye Dios. El propósito habla de desarrollar relaciones. El propósito habla de centrar la atención y la intención en el momento presente. Avanzar con nuevas ideas. Crear. Dar y recibir apoyo. Ser voluntario. Aconsejar. Escuchar a la imaginación y la intuición. Comunicar. Emprender acciones basadas en la dirección interna y escuchar los mensajes de la externa. Ser flexible. Asumir responsabilidades y terminar para siempre con el papel de víctima y de victimario. Vivir en vez de sobrevivir. Hay muchas más posibilidades para elegir en vivir que en matar o morir. Es aceptar la voluntad divina y trabajar con lo que aprendemos sin juicio, evolucionar fluidamente, colaborar con el amor, la tolerancia, la compasión y sobre todo, nuestra capacidad de amarnos, a nosotros mismos y a los demás. Renunciar a lo inaceptable en nuestra vida, porque el amor no se mendiga, se siente.

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