viernes, 18 de noviembre de 2011
COMPAÑÍA 3
CUARTO:
• Estar presente en tu vida es tu primera responsabilidad.
Si tienes hijos, ellos están adelante, pero no primero, porque
si no estás presente y amándote, ¿quién está para amarlos?
¿Qué capacidad de amarlos tienes si no tienes la capacidad
de amarte a ti mismo?
De allí en adelante, no hay un orden. No hay una valuación
del amor que das, porque el amor que das es igual al amor que
recibes, que es igual al amor que pides, que es igual al amor por
el que agradeces cada día de tu vida.
Lo que hay que tener en cuenta, es ser humilde, ocupar el
propio espacio.
El defecto de la humildad es por vergüenza, el exceso es por
miedo.
Soy únicamente yo mismo, vuelvo a mi centro cuando soy humilde.
Puedo perdonar cuando soy humilde. Soy paciente cuando
soy humilde. Me siento mejor cuando soy humilde. Si soy humilde, es porque estoy presente. No me salí de mí para ocupar
con mis opiniones respecto de cómo deberían ser las cosas, poniendo
reglas estúpidas que ni siquiera puedo cumplir.
Soy humilde, me amo, ocupo mi espacio y estoy atento con la
mejor intención de asistir a la vida en vez de resistirla.
Soy profundamente humilde, me acepto y dejo de poner resistencia
a la abundancia del Padre.
No interesa mucho si es el novio, la novia, el marido o
la esposa, el tema es no irse de centro.
El amor que siento es todo mío y me pertenece.
Esa frase cobra real forma y significado en la práctica. No es
posible que el otro complete nada de mí. No me realizo a través
de otro. Me realizo a través mío.
¿Qué les estamos pidiendo a nuestras parejas hoy? Las relaciones
se tornan cada vez más superficiales, más difíciles sobre
todo cuando ponemos las expectativas de la felicidad en el otro.
Cuando creemos que hay sacrificios para poder compartir.
“¡Yo me quedé en casa cuidando a los chicos por vos!”;
“¡Yo trabajé toda la vida para mantenerlos!”.
No se hagan trampa, lo que hicieron lo hicieron por Uds. y si
no fue así, lo que hicieron estuvo fuera de lugar, hubiese sido
mejor que no lo hubieran hecho. Se sacrificaron porque a Uds.
les pareció lo mejor,... ¡y después, reclaman al otro el reconocimiento!
No es justo, ni para Uds., ni para los demás. Ud. son los
dueños del poder de decir en libertad… “Sí, gracias” y “No, gracias”,
siempre que antes se hayan elegido primero. Si Uds. no
están primero, están resolviendo una necesidad, no satisfaciendo
el deseo de estar acompañado.
Hay un gran secreto que ayuda a mantener el centro, ¿cuál es
el negocio de tener una pareja? La respuesta es el AMOR.
Con todas sus formas, la familia es una proyección del amor,
un proyecto de amor, no es la pareja.
Uds. se podrán preguntar: si uno está completo, ¿para qué
tener una pareja?
Aquí se manifiestan las cinco “C” de Compañía en:
- Para confirmar, ¿ves lo mismo que yo?
- Para consolar, ¿te duele como a mí?
- Para contener, ¿sientes lo mismo que yo?
- Para compartir, ¿te gusta lo mismo que a mí?
- Para crear, ¿eres como yo?
En vez de las cinco formas de "S" oledad:
- Sospechar o suponer
- Socavar o herir
- Sostener o controlar
- Sobornar o corromper
- Separar o dividir
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