sábado, 19 de noviembre de 2011

COMPAÑÍA 4

• TRAMPA NÚMERO UNO: SOSPECHAR O SUPONER De hecho nosotros no somos las mismas personas a la mañana que al mediodía, vamos sintiendo distintas cosas que nos afectan durante el transcurso de la jornada. Vinimos a afectarnos de lo que nos rodea y a experimentar. Doy por seguro que conozco al otro, que sé lo que quiere, desde qué quiere para desayunar, hasta qué me va a contestar, aún sin haber preguntado, y que además debería saber lo mismo de mí. No es cierto. Amar o amarme significa reconocerme continuamente, y volver a amarme en todos los aspectos de mi ser. Ejemplo: “Yo sé que piensa esto… por eso hizo lo que hizo… o me dijo esto”. ERROR: “Si me gustó la vez anterior, seguro que ésta me va a gustar”. ERROR: “hace 5 años que soy su amiga. Si antes me gustaba estar con é l, ¿cómo puede no gustarme estar ahora? ERROR: “Tenemos una vida juntos, no puedo renunciar a lo que tenemos.” Amar es conocer y conocerme continuamente. Cuando este proceso se ve interrumpido por el pasado o por el futuro, ESTAMOS DEJANDO DE AMAR. Amar es amarlo/a en cada momento porque me amo en cada momento. Amarse significa respeto por lo que el otro siente, en absoluta libertad. Si el compromiso no está puesto primero dentro de uno, no es compromiso y nadie se merece otra cosa que mi amor como respuesta a su amor. La inocencia me permite descubrir y redescubrir al otro. La culpa y el resentimiento me quitan esta posibilidad, me limitan. La monotonía es un absurdo de este modo. Todos somos un universo para descubrir, y el otro es un universo donde me descubro. • TRAMPA NÚMERO DOS: SOSTENER O CONTROLAR Nuestro ego debe estar puesto en el lugar que corresponde, dentro nosotros. No puedo relacionarme pensando que si advertimos a alguien acerca de algo, debe actuar como nosotros dijimos que debía. ¿Quiénes somos en la vida del otro? Si nosotros mismos nos la pasamos repitiendo patrones. ¿Por qué sentimos a nuestro ego lastimarse cuando el otro no hace lo que le decimos o pedimos? Uds. dirán, pero le dijimos que terminaría mal. Si Uds. se ven comprometidos con la decisión del otro... ¿Cómo no se dieron cuenta? • TRAMPA NÚMERO TRES: SOCAVAR O HERIR Una vez le dije a alguien que ponerlo en duda era ponerme en duda. Lastimar a quien amo es lastimarme, no me hace mejor. “¿Cómo no se va a dar cuenta que me duele?”. Y si no le dicen lo que les molesta y les duele, ¡¿cómo se va a dar cuenta?! “Si le digo lo que me duele, no me va a querer más”. Si no les dicen lo que les duele o les molesta en libertad, ya no lo están queriendo, están queriendo una imagen del pasado que compartieron, no una del presente. Usar la culpa, el rechazo, el resentimiento una y otra vez, para que me diga que me ama, sin decirle al otro lo que siento, es no creerle que me ama, aunque me lo diga. Somos una y otra vez mentirosos con nosotros mismos. No puedo sentir amor por nadie más si no siento amor por mi mismo. Sólo puedo amarme, sintiendo amor, dejándome amar, siendo amable y sintiéndome amada/o, y todo eso depende pura y exclusivamente de mí. El otro no tiene nada que ver. A partir de mí todo es posible, y nada es para siempre, gracias a Dios... EL AMOR TE HACE LIBRE. Es una cuestión de control: “Si no tengo al otro controlado, puede dejar de amarme”. ¿No les parece tonto? Si tenemos que tener al otro controlado, ¿lo amamos? Siéntase libres, y dejen al otro en libertad. Si el otro no se siente en libertad de amarlos, ¿para qué lo quieren a vuestro lado? Uds. valen tanto como el otro y se merecen que el otro los valore. Si les es necesario controlar o sostener al otro para que se de cuenta de lo que vale para Uds., no pierdan el tiempo. Accionen, dénse cuenta, Uds. están poniendo atención y amándose a través del otro. Cuánto los pueden amar, si no se aman a sí mismos. ¿Se están amando Uds. a Uds. mismos?...

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